A la hora de conciliar el sueño se deben seguir unas pautas básicas para poder gozar de un descanso pleno, que proporcionará una mayor salud a nuestro organismo.
A la hora de cuidar el sueño se deben tener en cuenta una serie de pautas que favorecerán a un mejor descanso, algo esencial para el día a día y que puede proporcionar grandes ventajas para nuestro organismo.
El descanso en la noche recupera y prepara tanto el cuerpo como la mente para un nuevo día. Los músculos logran recuperarse de las tensiones del día, el cerebro logra relajarse, mejorando así el humor, la piel se regenera… Por su parte, la falta de sueño hace disminuir la capacidad inmunológica humana, lo que hace que el cuerpo pierda una gran parte de las defensas frente a la mayor parte de las enfermedades. La falta de sueño disminuye la efectividad de la insulina frente a la diabetes, incrementa el apetito, incrementa el número de células cancerígenas, aumenta la hipertensión…
Por ello, en primer lugar se debe conocer si se descansa lo necesario, ya que en muchas ocasiones podemos creer que sí pero en realidad no es así. Se deben contar las horas de sueño de los días laborales y los festivos y si existe una diferencia de una o dos horas es por que se está recuperando el sueño perdido.
Pese a que por norma general se recomiendan 8 horas de descanso, la realidad es que las horas de sueño dependen de cada persona, por lo que unas personas pueden requerir más de ese tiempo y otros pueden estar totalmente recuperados con menos horas. La cuestión es estudiar nuestro sueño y acertar con el número de horas que mejor nos conviene.
A la hora de un buen descanso se recomienda no tener televisión en la habitación ni acostarse directamente tras haber visto la TV. Además, es aconsejable realizar alguna técnica de respiración o relajación al acostarse.